“Oye Sepulturero, oye, oye mi canción:
yo tengo un ojo tuerto y una pierna coja
por eso tenme respeto y pon vino en la copa
que se acaba la copla y se seca mi voz”
El otro joven, más ebrio aún, canta:
“A mi niña yo la beso, a su madre beso no,
el padre no tiene seso y el hermano se murió”.
El Sepulturero con ira los corre y amenaza:
“Están malditos esta noche, vuelvan a dormir,
¡ya lo ve el diablo! Cuando el Hombre muere ebrio
no acepta su condición y quiere volver al juego”.
“Esta noche hemos muerto y no vamos a dormir,
mañana nuestras sombras a las fosas volverán,
oh Sepulturero... sirve una copa más”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario