Fugacidad...
Tus músculos, tus vísceras, tu belleza y fealdad,
ese hombre y esa mujer por quien tu corazón late,
todo se irá, todo desfallecerá... genio u orate:
no hay modo de sobornar la eternidad.
Por eso, oh corazón mío, ¿dónde escapar?,
si no hay tiempo, aunque recóndito, ni lugar
donde no asome su cabeza para espiar
la deforme e inevitable caducidad.
¡Ay Madre, mira es tu hijo volándose los sesos!
A su corazón no lo distrae el estudio ni el amor,
horrendo soñador, él aspira, como los sapos, el cielo!
... de nuestros nombres inscriptos en el tiempo...
¿crees que vendrá un dios a escoger a los virtuosos?
¡por los siglos de los siglos muerto el muerto es sólo polvo!
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