viernes, julio 21, 2006

Ser (2)... Peredo

Nadie nos continúa, ni la muerte ni los hijos;
no hay unidad más cierta que mi cuerpo;
fuera de mí todo es extraño, perverso,
más no por eso niego hallar maldad dentro mío.

Aunque cambien el nombre de la calle donde vivo
y aunque fabrique autos en lugar de versos
nada en torno mío torna ajeno el universo
porque el mundo es descripción de lo que pienso y digo.

No hay linaje que me preceda y no hay crío
que continúe la labor que persevero
no es desvelo universal mi personal deseo.

No existen tramas invisibles, no hay hilo
que enhebre de los hombres el pensamiento
no hay unidad más cierta que mi cuerpo.

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