Mis honores –decía un ratón- son deliciosos,
Mi pequeño cuerpo causa espanto entre las damas
Y al igual que un diablo burlón me entretengo
Causando alboroto en reuniones y funerales.
Un abrigo a la medida de mis velludos hombros
Cae por mi espalda hasta besarse con mis pies
Y en los ojos me bailan burbujas nerviosas
Que de una oscura bodega el vino supuraba.
Ah, la amada entre sábanas suaves sufre y goza,
Un joven hermoso en élla descarga sus honores y angustias
Y la aprieta contra su cuerpo como queriéndola asfixiar.
Y bajo las sábanas me escabullo para morder con furia
Las bellas nalgas del joven que salta del lecho
Y contempla horrorizado como me hundo en la amada que goza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario